Siempre con el Levante

Los granotas no nos resignamos a ser carne de Segunda pese a las circunstancias que nos rodean.

Los granotas nos negamos a pensar que el Levante esté descendido. Con casi dos tercios de la temporada por delante, nos oponemos con todas nuestras fuerzas a desistir, arrojar la toalla o asumir que esto es imposible levantarlo. Nos negamos a ser fatalistas, “agoreros” diría Calero, y rendirnos sin pelear.

Nos revelamos ante la idea de convertir el Ciutat en un feudo fácil para los equipos visitantes. No podemos asumir sin más que no vamos a volver a ver ganar a nuestro equipo en casa.

No creemos que esta plantilla, que ha ganado partidos jugando bien (lejos de Orriols), sea tan deficiente como muestran los últimos resultados. No es cierto. Seguimos creyendo. Pensamos que este equipo, con todos los efectivos disponibles, tiene nivel para solventar la situación. Falta autoestima, confianza, amor propio… y un modelo identitario para saber a qué jugamos.

No nos resignamos a admitir que la difícil situación financiera del club sea sinónimo de fracaso deportivo.

Reconocemos que al tándem Iborra-Del Moral le falta recorrido y experiencia en el banquillo.

Estamos en contra de fichar un nuevo entrenador que traiga un concepto del fútbol que no se adapte a las características de los actuales jugadores.

Defendemos la llegada de un míster valiente, con capacidad para construir un equipo duro, rocoso atrás.

"No queremos encogernos de hombros, bajar los brazos y dar por perdido el partido del domingo frente al todopoderoso Villarreal de Roig".

Rechazamos que la marcha de Etta Eyong a la Copa de África implique sequía de goles asegurada.

Nos oponemos a que quien venga, sea quien sea, no valore la plantilla y pretenda hacer saltar todo por los aires en el mercado de invierno.

Nos negamos a pensar que Danvila sea otro Pedro Villarroel o un nuevo Quico Catalán, inmiscuyéndose a todas horas en cuestiones deportivas que escapan a su competencia y preparación.

Nos repatea la actitud de quienes defienden salir a perder el próximo miércoles en Copa contra la Cultural Leonesa, sin competir.

No soportamos ver trotar con nuestro escudo en el pecho, por contrato, al excomandante lento, falto de todo ritmo y al borde de su jubilación. Su participación este curso es lamentable, negándonos puntos con sus errores en el tramo final cara a puerta (Mestalla, Mallorca…). Abogamos por su retirada deportiva en el mercado de invierno.

No queremos encogernos de hombros, bajar los brazos y dar por perdido el partido del domingo frente al todopoderoso Villarreal de Roig (el otro).

Estamos siempre con nuestro Levante hasta el final. Como siempre. Pase lo que pase.

Es posible empezar a recomponerse el domingo. Dar la campanada ante un equipo groguet que vendrá cansado, hundido por su decepción en Champions y confiado en su victoria segura ante el colista... O no.