top of page
José Martí

Nuestro calvo favorito

Celebramos el Día del Calvo en vísperas de un Racing-Levante con dos entrenadores brillantes tratando de liderar la cabeza... de la tabla.


El pasado lunes fue el Dia Mundial de los Calvos. No sabemos muy bien qué se celebraba o reivindicaba. ¿Acaso se considera una enfermedad a erradicar? ¿se pretende normalizarlo? ¿ayudar a evitar posibles complejos?... lo desconocemos. Solo sabemos que los calvos jóvenes están en peligro de extinción. También en el fútbol. El look de Carmelo ya no tiene la popularidad de antaño.


“Ya no quedan futbolistas como los de antes”, exclaman algunos tirándose de los pelos. “No hay Tato Abadías, Movillas, Dertycias, De la Peñas…. El efecto Turquía ha hecho mucho daño”. Y, sin embargo, basta con mirar al césped para contemplar la brillante testa de Oriol Rey, Mollejo, Guridi, Oriol Romeu, Isi Palazón, Sandro, Jon García, Pombo


 

Otros sostienen que los calvos han desaparecido de los terrenos de juego para trasladarse a los banquillos… de Segunda. Tienen toda la razón, con nuestro querido Julián Calero a la cabeza.


En ese terreno hay enfrentamientos memorables que captan toda nuestra atención. En el Levante-Cádiz de hace pocas semanas, cuando ambos entrenadores ocupaban el área técnica, costaba centrarse en el juego. Nos hipnotizaba contemplar la brillantez de los cabolos de Paco y Julián. Nos sorprendíamos comparando, analizando posibles diferencias y similitudes en forma, brillo, y tamaño.


En esta jornada hay un choque de altura más que atractivo en El Sardinero. Se enfrentan José Alberto López, técnico del Racing de ideas aireadas, y Julián Calero, nuestro calvo favorito. Duelo en la cumbre para continuar en cabeza. Apasionante. Nos costará quitar la vista de los banquillos.


La próxima semana tendremos otro choque cabezón en la banda de Castalia. Aunque el míster local, el holandés Dick Schreuder, parece no llevarlo muy bien. Luce gorra deportiva a todas horas. Es pudoroso para enseñar sus sienes despejadas hasta el cogote. Suele cubrírsela con decoro, en plan Juan Aguirre, el guitarrista de Amaral. O el genial músico de Bruce Springsteen, Steve Van Zandt, que se tapa la azotea con un mantel. El elenco de entrenadores "despejados" continúa con Pepe Mel, en el Tenerife, Víctor Fernández que ya lo vimos en La Romareda


Julián Calero es un ejemplo de cómo lidiar dignamente sus deficiencias capilares y ausencias de folículos.


Una buena testa puede resultar hasta elegante. Ya lo dice el dicho: “más vale ser calvo que tener mala mata”. Para quienes perdimos nuestro flequillazo hace tiempo y, pese a ello, nunca hemos contemplado seriamente Estambul como solución, nos llama la atención ver entre los clásicos la dignidad de Iniesta, Pepe Reina, Pierluigi Colina, Mateu Lahoz, Robben o el modelo fraile de Zidane. Tipos triunfadores que hacen vida normal, como si nada.

  

Ahí encaja Calero, ejemplo de cómo lidiar dignamente sus deficiencias capilares y ausencias de folículos. No queremos ser mal pensados, pero igual es el subconsciente quien le hace alinear siempre a Cabello (el chiste está).


Que no se enfade nadie y pelillos a la mar, porque total, dentro de cien años todos calvos. Pero no vayan a hacerse una idea equivocada. No es un tema que nos genere ninguna obsesión. En realidad, nos da un poco igual y sobrellevamos con humor la alopecia cada vez más galopante e irreversible que padecemos. O no.








Comments


bottom of page