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  • José Martí

La magia de empezar

Hay que pasar página definitivamente para comenzar de cero, resetear el disco duro, olvidarse de lo sucedido y ponerse en modo peleón de Segunda.



Escribir la primera columna de la temporada es difícil. Más si tiene aroma de aires nuevos, de renovación total (o parcial, según se mire) y de estrenar una categoría diferente tras un fracaso estrepitoso. Ante la primera frase del texto, los autores siempre le dan más vueltas de lo normal. Hay que empezar bien. Es complicado huir del cliché de la ilusión de la vuelta al cole, del olor a lápices nuevos, del primer día del curso o de narrar lo que has hecho durante el verano mientras pierdes el tiempo esperando a que empiece la temporada. Pero tampoco quieres caer en el clásico “cómo decíamos ayer”. Al tener más tiempo para darle vueltas, aspiras inconscientemente a convertir esa columna en algo especial, trascendente, y eso ya es un error de partida. Piensas que el primer artículo de inauguración de estas Vivencias, como el primer partido de la temporada, pueden marcarte el resto del año. Vean si no la primera jornada del curso pasado en Cádiz. Todavía nos preguntamos si la historia hubiera sido diferente si los locales no llegan a empatar en el descuento y el Levante comienza ganando su primer partido de Liga. Esos tres puntos inaugurales ¿hubieran supuesto encarar de otra manera el resto? Nunca lo sabremos y además da igual a estas alturas. Huyamos del victimismo que tanto daño provoca. Ya no importa. Es pasado. Hay que pasar página definitivamente para comenzar de cero, resetear el disco duro, olvidarse de lo sucedido y ponerse en modo peleón de Segunda.


El partido frente al Huesca nos empezará a marcar la larga travesía que nos espera.

Hemos estado tentados de titular arriba con nombre de películas. Siempre luce mucho y es evocador, en plan “Aterriza como puedas”… pero aterriza bien en Segunda para volver cuanto antes. O un clásico como “Volver a empezar", aunque en la de Garci aparece el Sporting, actual rival por el ascenso. Pero al final hemos optado por ese “La magia de empezar” que, aunque no es el título de ninguna película (que sepamos) resulta evocador, ilusionante y un buen lema para acudir el viernes al Ciutat, al estreno del fútbol de verdad, lejos de las pachangas veraniegas que solo sirven para calmar la sed futbolística.


El partido frente al Huesca es el que nos va a empezar a marcar la larga travesía que nos espera. Olvídense del paseo de la última experiencia en Segunda con López Muñiz. Va a ser un camino duro, lleno de dificultades. Quizás por eso las palabras más oídas estos días en el levantinismo para calificar el nuevo proyecto son “intenso, sacrificado y solidario”. Tres virtudes en las que algunos futbolistas que ¡todavía! siguen en la plantilla no terminan de encajar. La limpieza y la regeneración de ese vestuario, encabezada por la personalidad y el sentimiento granota de Iborra, debería culminarse con la salida de varios jugadores, indispensable para trabajar con tranquilidad y buenas vibraciones en el futuro inmediato. Felipe (y Quico) lo saben. En ello están. Cuanto más pronto se consume su salida, mejor para todos. Ya tardan. O no.







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