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José Martí

Apretar en la cuarentena

En los próximos cuarenta días el Levante afronta siete partidos trascendentales, cinco de ellos como local. En el Ciutat nos jugamos el todo o nada.


El desánimo cunde entre parte de la afición granota tras el decepcionante inicio ovetense de Miñambres en el banquillo.  Algunos andan postrados hasta el extremo de mirar más la zona baja que la de arriba. "Empezamos a tener cara de Málaga o Depor" afirman los más pesimistas, invadidos por la mediocridad que viene transmitiendo el conjunto granota. “El primer objetivo es asegurar la permanencia”, insisten. Y no debería ser así a estas alturas de temporada. Aunque el redebut del director técnico resultó un fiasco, con las mismas desconexiones y errores de antes, atisbamos durante el partido en el Tartiere (por ver el lado positivo) ganas de agitar el árbol y toma de decisiones valientes desde el banquillo. Algo es algo.


A estas alturas todo es perfectamente remontable, reversible. Sabemos por experiencia que, en Segunda, el equipo que hoy está en plena forma recaerá en el tramo final decisivo y viceversa. A ese clavo nos agarramos, aunque la cruda realidad nos muestra cada vez más equipos por delante en la clasificación. Pero es imprescindible empezar a sumar ya de tres en tres si no queremos perder el tren del ascenso... o que nos arrolle el del descenso.


Nos preguntamos dónde queda aquel equipo ilusionante de principio de temporada; por qué seguimos viendo un equipo muy verde y mentalmente débil, que encaja con facilidad; o por qué no somos un bloque compacto que muerde al rival.


En esta cuarentena, la grada debe apretar y llevar en volandas al equipo y Miñambres saber transmitir a la plantilla ambición, seguridad y confianza.

En los próximos cuarenta días el Levante afronta siete partidos trascendentales, cinco de ellos como local (Sporting, Andorra, Elche, Zaragoza y Amorebieta) y dos fuera (Burgos y Valladolid). El todo o nada se decide en el Ciutat. Cuarenta, número mágico para marcar periodos trascendentales: la Cuaresma son cuarenta días, las enfermedades o plagas guardan cuarentena para su cura definitiva y evitar su expansión…  


En esta cuarentena, la grada debe apretar y llevar en volandas al equipo y Miñambres saber transmitir a la plantilla ambición, seguridad y confianza. “Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades”, escribió Wayne W. Dyer, afamado autor de libros de autoayuda. Necesitan creérselo. Mentalizar a los jugadores que pueden lograrlo y está en su mano. Debe lograr jugar como un conjunto, no simples individualidades donde cada cuál hace la guerra por su cuenta. Y no solo nos referimos a Dani Gómez. Como apuntó Dostoievsky, “la verdadera seguridad se halla más bien en la solidaridad que en el esfuerzo individual aislado”. Todos juntos.


Resulta difícil ser optimistas de cara al ascenso y el playoff, cierto, pero aun así nos negamos a dar por amortizada la temporada. Debemos apretar los dientes en el Ciutat y salir todos juntos más fuertes de la cuarenta que se nos viene encima. O no.

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