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  • José Martí

Aferrados al 14%

Pese a que las opciones de ascenso se reducen, los granotas nos aferramos a las dos próximas victorias en casa frente a Zaragoza y Amorebieta.


El Levante, según las estadísticas, sólo tiene un 14% de opciones de entrar en play-off. Es lo que tiene ocupar la decimoprimera plaza a falta de nueve jornadas. Nos aferramos a ese clavo ardiendo y hacemos cábalas fantaseando con las dos próximas citas en Orriols, marcadas como victorias obligadas para continuar soñando. No es una quimera utópica.


El enfermo presenta síntomas evidentes de recuperación tras la ramplona "era Calleja". A saber: va de menos a más; tiene hambre de victoria y cada jugador pelea por los tres puntos; demuestra capacidad para dar la vuelta a los partidos con una buena lectura analítica y readaptación sobre la marcha desde el banquillo; esta jornada regresan, tras varias ausencias, jugadores clave para transmitir entusiasmo y valentía (Carlos y Kocho); el tándem de centrales Dela-Maras se ha asentado y empieza a adquirir tintes épicos de leyenda; la afición va a estar volcada con su equipo; y, por si fuera poco, solo vale la victoria, no hay otra opción, sin margen de error para equivocarse.


El momento es ahora. Siempre nos ha fascinado la subjetividad del tiempo. Todavía más a medida que vamos cumpliendo años y se nos va haciendo más presente nuestra fugacidad. Hasta ahora todo lo vivido es una parte de nosotros que ya ha muerto. Todo lo que hicimos y hemos sido alguna vez, pertenece al mundo del pasado, pero enriquecen nuestro presente y hacen que hoy seamos lo que somos. Lo mismo sucede con el Levante.


En estos partidos trascendentales que marcan el futuro no son solo once jugadores detrás de una pelota en el césped. Ni siquiera miles de granotas empujándoles desde la grada hacia la victoria. No. Son partidos en los que el club flota en la superficie de su propio abismo empujado desde abajo por todo lo que fuimos. La historia, los recuerdos que permanecen sumergidos en nuestro pasado granota, salen a flote para volver a la vida en esos noventa minutos.


El presente del club se enriquece de la Copa ganada en el 37, del Gimnástico, del portal de Vallejo, del ascenso en Jerez… todo estará presente este sábado contra el Real Zaragoza. Y todos los granotas formamos parte de ese todo.


No entendemos cómo hay aficionados que abandonan el Estadio cuando vienen mal dadas y el equipo pierde.

Por eso no entendemos cómo hay aficionados -grandes levantinistas- que abandonan el Estadio cuando vienen mal dadas y el equipo pierde. “Eixos que se’n van…” ¿Acaso no saben lo que somos, por muy desesperante que sea el juego de nuestro equipo? El último partido en casa, frente al Elche, hubo una vergonzosa diáspora de granotas que desertaron impotentes tras la lamentable primera parte y el segundo gol ilicitano. Hasta mi hermano, converso tardío a la fe granota, tuvo que razonar con su entusiasta hijo pequeño, empeñado en irse ante el desesperante espectáculo. Le convenció con un rotundo “esto es el Levante”. Al final se quedaron y disfrutaron de una de esas remontadas que pueden convertirse en el punto de inflexión para lograr el ascenso. Valió la pena aguantar. O no.

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