Sin cuentas ni cuentos

No deberíamos hacer pronósticos más allá del partido frente a los manchegos. Tras el memorable partido del Martínez Valero llega el momento decisivo.

El partido del Ciutat de València del 16 de mayo de 2025 no es un partido cualquiera. Esa noche todo parecerá distinto: el olor del césped, la mirada ilusionada de los jóvenes, el entusiasmo palpable en la grada, el inevitable hormigueo previo en el estómago, el ambiente en los aledaños, la voz del mejor speaker de Segunda atronando por los altavoces, la concentración de los jugadores al saltar al césped, el himno vociferado con el corazón…

Es la consecuencia de la trascendental victoria en el Martínez Valero que ya ha pasado a ser uno de esos partidos históricos enmarcados para siempre en el imaginario colectivo granota. Son hitos que, al margen del definitivo encuentro del ascenso, señalan el camino para lograr el objetivo. Como aquella victoria en Cartagena (3-5) de la temporada 2009-10 que cambió nuestra historia; o la de Villarreal (0-3) que nos aupó al liderato de Primera. Significan un golpe de autoridad, un regalo que permanecerá grabado en la memoria del aficionado desplazado, que ahora nos ha dejado en una posición inmejorable para conseguir el anhelado ascenso.

Precisamente, como no es un partido cualquiera, no deberíamos ir más allá. “¿Qué me cuentas de las cuentas?” me preguntó un amigo para que le profetizase mi pronóstico sobre cuándo vamos a subir. “No te cuento nada”, le respondí cortante. “Es ahora, en esta jornada cuando nos jugamos el ascenso directo, olvídate de Burgos y Eibar”.

"Todavía no se ha conseguido nada pero, después de lo de Elche, está tan cerca..."

En los tres puntos del viernes hay tres cuartas partes del ascenso directo en juego. Por eso no pueden estar más equivocados quienes andan asegurando que subiremos en un escenario como El Plantío por, entre otras cuestiones, contar en nuestras filas con Elguezabal y Calero, héroes del último ascenso local a Segunda. O los que te miran a los ojos y te dicen muy serios que el Fútbol, así, en mayúsculas, tras lo sucedido en aquel fatídico minuto 127, nos debe una. Tonterías.

Olvídense de todo eso y céntrense en lo importante: Orriols, viernes, 20.30 horas, donde lo único que cuenta es vencer al Albacete. Rival duro que nos lo va a poner difícil. Esto es Segunda. Puede pasar de todo y nadie regala nada. Que se lo pregunten al Racing en Cartagonova. O como nos ocurrió frente al Tenerife. Porque el sábado en Elche la moneda cayó del lado de Calero, pero nadie asegura que vuelva a salir cara.

Solo nos queda pelear a muerte desde el primer minuto y ganar esta nueva final porque todavía no se ha conseguido nada… pero está tan cerca. A noventa minutos. O no.