En la temporada 1994-95, en una de las tres visitas del Levante a Andorra, se produjo el debut de Sergio Ballesteros
Proyecto de ascenso meteórico
Cuando adquirió el club en 2018, Piqué (“Lleri”) lo tenía claro: "Sonará el himno de la Champions en Andorra". De momento va por buen camino, ya que sólo cuatro años después han pasado de jugar en Primera Catalana a hacerlo en Segunda División. Para esto han vivido tres ascensos, dos de ellos en el campo. Por el otro pagaron cerca de medio millón a LaLiga para comprar la plaza del Reus en Segunda B. Sea como fuere, el Andorra es ya un equipo de Segunda y, sin necesidad de hacer una gran inversión económica, de momento está consiguiendo posicionarse en los puestos altos de la categoría.
El debut de la leyenda
En la temporada 1994-95, en una de las tres visitas del Levante a Andorra, se produjo el debut de Sergio Ballesteros, quien en aquel momento era tan solo un canterano de 18 años. A partir de ese día comenzó a hacerse importante en el equipo de Juande Ramos, que culminó una temporada casi perfecta y fue imparable hasta la final de los playoffs, cuando regaló el ascenso frente al Écija. A pesar del no-ascenso, Ballesteros se reveló como un jugador diferencial y escribió el primer capítulo de su más que laureada carrera deportiva.
De "extranjis" en España
La irrupción del FC Andorra en el fútbol profesional ha supuesto que sea el único equipo extranjero que juega en LaLiga. No obstante, en algunos países europeos sucede lo mismo, valiendo como ejemplos el Mónaco en Francia y los galeses Cardiff y Swansea City en Inglaterra. En España no se ha dado un caso semejante desde el Atlético Tetuán en la década de los cincuenta, aunque si bien en aquél entonces Tetuán era la capital del Protectorado español de Marruecos. Los marroquíes jugaron cinco años en Segunda y lograron llegar a Primera en 1951, pese a su posterior desaparición.
Remodelación total
El principal problema con el que se encontró el Andorra tras el ascenso fue la adaptación de su estadio, en ese momento de césped artificial, para reconvertirlo en uno de hierba natural. El relieve de Andorra hace que sea muy complicado construir campos de fútbol en condiciones, por lo que más allá del FC Andorra, todos los equipos infantiles, la selección de fútbol, la de rugby y los clubes de la liga Nacional ocupaban también ese campo, por lo que era inviable transformarlo a hierba natural sin destrozarlo. Ante este panorama, el club tricolor ha logrado dispersar al resto de lugareños para adaptar el estadio a las exigencias de LaLiga. Con una inversión esperada de 26 millones y capacidad para 6.000 espectadores, el conjunto andorrano ha comenzado unas obras que espera que terminen con un estadio moderno y cómodo para el aficionado.
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