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Redacción

20 años de Xerez... Las vivencias de Gustavo Reggi

Gustavo Reggi, uno de los jugadores determinantes en el partido de ascenso a Primera División hace 20 años, nos cuenta sus vivencias de ese día y lo que supuso el ascenso para el club y la plantilla.


Gustavo Reggi
Foto del Levante UD

 ¿Cómo fue el partido? ¿Había nervios o presión antes de empezar?

 

Bueno la verdad es que fue muy interesante. Fue algo único porque es el resultado de un año largo, un año de trabajo donde pasan muchas cosas, a nosotros muchas cosas positivas. La alegría es enorme porque sabíamos que teníamos una responsabilidad muy grande en la espalda que era poder lograr un ascenso después de 40 años.


¿Qué supuso para la plantilla y para el club esta victoria? ¿Percibiste algún cambio?

 

Por supuesto que un ascenso después de tanto tiempo con el club intentando ascender y, a veces, haberse quedado en la puerta de ese ascenso, el estar por fin en Primera División supone un gran cambio, un cambio positivo, hay un cambio a nivel institucional, a nivel también de la afición. Podrá ver otros partidos de mucho nivel, de poder jugar con los equipos más grandes de España. Se nota. Se nota el cambio a favor de traer cada vez más refuerzos de otros lados, extranjeros, de más de renombre y se nota también en la cantidad de abono fijo. Arrancamos nuestro año con poca gente en 2ª división y después, en Primera, la cancha está llena. Se nota mucho el cambio en general e institucional.

 

Gustavo Reggi

¿Cómo fue tu gol? ¿Cuáles fueron tus sensaciones?

 

Mi gol fue rápido porque fue una pelota que me da Tito entre línea. Yo estoy de espalda al arco, con un defensor en la espalda, trato de controlar de costado y justo casi al borde del área se levanta un poco la pelota y lo primero que se me viene a la cabeza es tirársela por arriba y fue lo que hice. Una vez que yo tomo esa decisión y le pego la verdad que la pelota en ese momento va muy lenta y no entraba nunca, no picaba. Yo voy corriendo, mirando la pelota, a ver si entra. Hasta que bueno, tuve la suerte de que entró y, bueno, salí ya con toda la emoción hacia la afición que estaba detrás de ese arco.

 

En un partido con tanta presión, nervios y ganas de ascender, ¿cómo dirías que estuvo la afición? ¿Os sentisteis acogidos y acompañados?

 

La afición siempre siempre estuvo de excelencia, tanto cuando jugábamos de local, como cuando jugábamos de visitante, y mucho más ahí en Chapín porque estaba con la ilusión de que ese era el partido que nosotros teníamos que ganar para lograr ese ansiado ascenso. De hecho, la gente estaba desesperada porque fuera ahí y no en el próximo. Eran muchos años acumulados de ir a lo más cerca después de tanto tiempo que estuvieron para lograr el ascenso, así que la afición nos acompañó en todo momento después de haberlo logrado. Nos recibieron en el aeropuerto de una manera increíble y después de todo el esfuerzo, por supuesto, llegaron los festejos. No fue solamente un día, nosotros estuvimos dos semanas festejando.

 

Aún no habíais acabado la temporada, ¿cómo gestionasteis la celebración con el final de la temporada?

 

No, a nosotros nos quedaban dos partidos por jugar y la celebración fue dos semanas o tres. Entre semana íbamos de peña en peña, íbamos de fiesta en fiesta con la gente, terminábamos tarde y entrenábamos por la mañana porque teníamos que jugar esos fines de semana, que todavía faltaban dos fechas. Se hizo larga la celebración, pero bueno era algo normal porque todos querían festejar con el plantel. A donde íbamos estaba lleno, era una alegría inmensa de toda esa afición y era muy lindo para nosotros poder compartirlo con ellos y ver en sus ojos esa emoción que nosotros como jugadores creamos.


Gustavo Reggi

Nos queremos acordar de manera especial de Manolo Preciado, que en paz descanse, ¿cómo era su relación con la plantilla?

 

Manolo, más allá de ser un compañero de trabajo, porque era nuestro míster, por momentos era nuestro amigo, por momentos era nuestro padre, él nos veía la cara y sabía si alguno tenía algún inconveniente, si alguno estaba enojado, entonces él charlaba mucho con los jugadores. Tenía una parte humana que era impresionante. En cada charla con él te llegaba. Él te hablaba de corazón, no te mentía, no te dibujaba las cosas que te decía, sino que era concreto, era conciso y vos notabas que lo que te decía te lo decía de corazón y eso es importantísimo a nivel personal, va más allá.

 

¿Guardas algún recuerdo especial de él o con él?

 

El recuerdo que tengo de él, si vamos a lo deportivo, es que él quería que todo estuviera bien. Que a ningún jugador le faltara de nada. A mí a nivel contractual, para poder renovar automáticamente, había logrado una cantidad de partidos, había logrado el ascenso, pero me faltaban marcar tres goles en los últimos dos partidos, principalmente en el último contra el Terrasa. Así que cuando estaba dando la charla decía que si había un penalti lo tenía que tirar yo, si había un tiro libre, lo tenía que tirar yo. Que jugaran para mí mis compañeros para poder lograr la meta. Creo que era el único que faltaba para cumplir ese objetivo contractual que a veces se hace. Uno dentro de la cancha se da cuenta de que los jugadores a penas pasan mitad cancha me buscaban a mí, me tiran el centro a mí, me daban los pases a mí y tuve la suerte de hacer los tres goles. En el tercer gol que hago lo vamos a festejar en el banderín del corner del campo del Terrasa. Se hace una montaña de jugadores y hasta él mismo vino a festejar ese gol. Son cosas que te quedan porque él, como te comentaba antes, en la parte humana era excepcional.



Gustavo Reggi

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