En ocasiones, los narradores televisivos (y radiofónicos) se pueden ver en apuros al citar los nombres de determinados jugadores que pueden convertirse en una pesadilla, sobre todo al principio. Por cierto, algunos granotas tardamos varias jornadas en descubrir en la tele la opción de audio de Carlos Ayats en Sin Tregua para esquivar a los anodinos narradores de los partidos del Levante como visitante, metidos en una cabina en un estudio en Madrid, ajenos a la realidad y manoseando en sus comentarios lugares comunes y obviedades (en cada partido siguen recordando lo del minuto 127 de la temporada pasada).
Tanto para unos como para otros, hay nombres enrevesados que les complican salir airosos del trance. Ahí tenemos a Kochorasvili que ha terminado siendo “Kocho” para esquivar el trabalenguas. O Roger Brugué que, a estas alturas, todavía no sabemos si llamarlo Brúgui o Brugué.
Pónganse en el lugar del comentarista de turno que no se ha preparado el partido y el equipo ‘amigos de AkhomachIlias Akhomach’ (del Villarreal B) se presenta al campo con estos jugadores:
En la portería, Jon Mikel Magunagoitia, del Amorebieta, con su mano milagrosa para salvar el trallazo de Dela, y Jhafets Christ Dick, joven guardamenta de 17 años del Cartagena en el banquillo.
Como defensas, Oussama El Goumiri Moustarih (Burgos), Fumaça de Mascarenhas da Costa (jugador del Oviedo más conocido en los ambientes futbolísticos como “Masca”), Loïc Williams Ntambue (central del Tenerife), Quentin Lecoeuche (lateral blanquiazul presentado en el Ciutat por Pau Ballester como “Lecuesé”) y Èric Callís (Alcorcón) de quien hasta sus padres discrepan si se pronuncia con ele o con elle.
En el medio campo, además de nuestro querido Giorgi Kochorashvili, Ekhiotz Orobiogoikoetxea (del Mirandés, se queda en “Orobio”) y AkhomachIlias Akhomach Chakkour (medio del Villarreal B procedente del Barça B abreviado como “Akomach”).
En la delantera, Näis Djouahra (Leganés), Alexandre Zurawski (Alemão para simplificarlo) y el delantero del Andorra Xiaoke He, de quien nadie sabe si la hache es muda (E) o se transforma en jota (Je) porque como nunca juega ni siquiera se han preocupado de averiguarlo.
Nos entraron las dudas si incluir a Martin Christensen Braithwaite (Espanyol), pero dada su fama y trayectoria, hay unanimidad en su pronunciación, aunque -en realidad- en danés suena de manera muy distinta.
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