Ante el equipo más guerrero de la categoría, Calleja decidió pelear cuerpo a cuerpo. Victoria fundamental tras la derrota copera y el empate en Leganés
El Levante volvió a abrir la lata de penalti, al igual que contra el Leganés, Sporting, Lugo, Las Palmas… Y así hasta 8 ocasiones. El conjunto granota es el equipo de la categoría que ha dispuesto de más penas máximas a su favor esta temporada, por delante de Oviedo (6) y Cartagena (6). Pero, ¿qué pasará cuándo se acaben?
Al equipo le cuesta un mundo anotar si no es a balón parado. El problema parecía resuelto tras los enfrentamientos ante Granada y Getafe, pero la falta de ideas de las últimas semanas sitúan a Paco López y Quique Sánchez Flores como los principales culpables de esas goleadas.
Ante el equipo más guerrero de la categoría, Calleja decidió pelear cuerpo a cuerpo. Mediocampo poblado, ausencia de extremos y apuesta por carrileros largos para igualar fuerzas con el esquema de Calero. El plan no salió mal: 56% posesión, 14 tiros totales y cuatro a puerta, por solo uno del Burgos.
Sin embargo, cuando los partidos se complican el equipo transmite sensación de falta de ideas, de inoperancia y de algo de apatía, como si se fuera a ganar por arte de magia, tanto para ponerse por delante como para defender el resultado. De hecho, unas “manitas” de Valcarce anularon un gol de infantiles, como si el gol en el descuento de Las Palmas no hubiera servido para aprender.
Desde el club se transmite que el equipo va hacia arriba y la racha invicta de Calleja lo demuestra, pero el resto de rivales también lo hacen. La victoria es fundamental tras la derrota contra el Atlético de Madrid y el empate en Leganés, pero también abre el cajón de la falta de chispa del equipo. Y la lesión de Bouldini lo apuntilla más todavía: ¿en caso de ser grave se firmaría un sustituto? La rigidez de un Wesley que va a menos y la falta de acierto de Soldado empujan a ello.
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