Los granotas arrasan al Alavés con una primera parte estelar en ritmo e intensidad que vuelve a situar al Levante UD en puestos de ascenso directo
Este equipo quiere. Y su afición más todavía. El Ciutat de València se vistió de gala para el partido más importante de la temporada hasta la fecha. Victoria o declive. Y salió cara. Desde horas antes del encuentro, la afición marcó el nivel de un partido que puede decidir una temporada. Queda mucho, sí. Pero a falta de cuatro jornadas, el Levante está ahí. Vuelve a mirar de tú a tú a cualquier rival, recupera una confianza mermada y tiene ante sí un calendario favorable que debería ser el último impulso a Primera División.
El levantinismo se vuelve a ilusionar de la mano de una plantilla que ha demostrado que puede ser un equipo intenso e inconformista. Calleja dio continuidad al once que tan bien funcionó en Las Palmas, con la única excepción de las bajas de De Frutos y Campaña: 4-4-2 clásico con un punta corpulento y otro veloz al espacio. Y esta vez las individualidades funcionaron mejor. Más allá del latigazo que supone el debut goleador de Pepelu, Montiel e Ibáñez firmaron sus mejores partidos de la temporada: agitando continuamente la defensa rival, acelerando el juego y asustando al Alavés con disparos lejanos. Quizás era lo que le faltaba al Levante esta temporada, una segunda línea que agilizara más el juego de un equipo que hasta hoy se había mostrado muy plano. Además del gol, claro. Wesley sigue sumando puntos para consolidarse como delantero titular: gol y gran partido jugando de espaldas. Más todavía si tenemos en cuenta el preocupante nivel de un impreciso Bouldini, que siempre elige la opción más difícil, y de un Soldado cuyo objetivo parezca salir a tarjeta por partido.
Los canteranos, líderes
El mediocampo está marcando el nivel de ambición del equipo. Ante las ausencia de Martínez y Campaña, Pepelu e Iborra se han echado el equipo a la espalda en el tramo más importante de la temporada. Y Pubill y Cantero con ellos. El ascenso pasa por Buñol y por el nivel defensivo de la vieja guardia (Postigo y Rober Pier). Pese a las bajas por sanción (Montiel y Postigo), la próxima jornada en Tenerife hay que darle continuidad a un tren que ya ha partido rumbo a Primera División.
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