Ahora sí. El Levante llega al Ciutat sabiendo que de ganar arrebataría la posición al Alavés a solo cinco jornadas de la meta. Los vitorianos son, no obstante, el equipo más en forma de los de cabeza. ¿Vamos a subir? La prueba de fuego será este Levante-Alavés de la jornada 38 de LaLiga Smartbank.
En tendencias contrapuestas
Hace mas de un mes de la última victoria del Levante, ante el Racing, en el único partido que ha ganado de los últimos ocho. Lejos queda la racha de veinte partidos sin perder, de la que formó parte el choque de ida en Mendizorroza. La victoria por 0-2 dejó al levantinismo repleto de confianza, no solo por el triunfo, sino por la imagen de un equipo favorito al ascenso. Por el contrario, el Alavés acumulaba con esa tres derrotas consecutivas, y aún perdería un partido más antes de acabar el año y recuperar su buen estado de forma con el inicio de la segunda vuelta. Tanto es así que, como se ha encargado de recordar Luis García en la rueda de prensa previa, los vascos han logrado 31 puntos en los 16 partidos que llevamos de la segunda mitad de la campaña.
Héroes y villanos
El sábado vuelve Luis García Plaza, quien fuera quizá el principal artífice de la salvación de la entidad granota con el centenario ascenso de 2010, y uno de los culpables de que a día de hoy sigamos coreando en el Ciutat``He muerto y he resucitado´´. El otro que vuelve es Jason, concentrado y más en forma que nunca tras haberse reencontrado con su mejor versión: nunca desde su salida del Levante había jugado tantos partidos en una temporada. Además, sus cifras goleadoras se han disparado las últimas dos campañas, en las que ha conseguido anotar dos goles en total. Dos más de los que anotó con la camiseta del vecino.
Van a subir.
Nadie está más en forma que el Alavés, o al menos nadie de los cinco primeros. Ello llena de confianza a un entrenador como Luis García Plaza, que hace ya más de un mes aseguró: ``Vamos a ser uno de los tres equipos que asciendan´´. Ahora que parecen ser el único que no se ha derrumbado, en Vitoria tienen motivos para creer en el ascenso. De ser así, pasará por los goles de Luis Rioja, pichichi babazorro con nueve tantos, y por mantener la seguridad defensiva de un equipo que solo ha encajado cuatro tantos en sus últimos nueve partidos.
Lo que queda
Además del Levante, los últimos partidos que le quedan al Alavés son contra el Granada en casa, Albacete fuera, Málaga en casa y Las Palmas fuera, por lo que a priori tienen el calendario más complicado de los equipos de la pelea, todo lo contario al Levante, al que después de este solo le queda jugar contra rivales que cumplen un perfil similar: conjuntos ya sin muchas aspiraciones a los que, salvando al Oviedo, ya se ganó en la ida. Por ello, una victoria el sábado supondría la increíble inyección de moral de seguir dependiendo de nosotros mismos, aunque ya sabemos de sobra que eso ni mucho menos garantiza el éxito.
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