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José Martí

Niñatos consentidos

Muchos futbolistas son jóvenes malcriados que se creen por encima de todo. La inconveniente y desafortunada visita de Pepelu a la Ciudad Deportiva de Buñol es el último ejemplo.

La mayoría de futbolistas profesionales hoy en día se han convertido en niñatos consentidos, maleducados, arrogantes y prepotentes. Creen que pueden hacer lo que quieran con total impunidad. Son chavales jóvenes que solo piensan en el dinero, poco más, y eso es un síntoma de algo feo.


Ahí tienen a tipos como Vinicius, al nueve del equipo vecino -un tal Duro- mandando callar con risitas de tramposo a Paco López, Dani Gómez encarándose a la grada de Orriols, o Pepelu y Morales deambulando tranquilamente por las instalaciones del equipo a cuyos aficionados han clavado una daga en el corazón.

En el caso de estos dos, es inevitable la sensación de tomadura de pelo. No les importa haber pisoteado nuestro escudo. Es más, todavía se pasean por el palco del Estadio o por la Ciudad deportiva pensando que deberíamos recibirlos como José Luis López Vázquez en “Atraco a las tres”: “Aquí un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo”.


Las imágenes de Pepelu deambulando por Buñol nos han dolido. Saluda a diestro y siniestro tranquilamente, sin que le paren los pies y sin un capitán que le ponga de patitas en la calle y le haga ver la inconveniencia de tal visita. ¿Acaso no hay personal de seguridad en la entrada? ¿no queda dignidad en el club? ¿no sabe que es persona non grata? ¿tan limitado es que no puede entender que le queremos lejos de nosotros? No sirve como excusa que mantenga fuertes amistades dentro. Pueden quedar en cualquier lugar fuera de las instalaciones del club.


Hay que tener la cara muy dura y ganas de provocar para pasearse como si nada hubiera pasado, como si no se hubiese reído de una afición a la que ha humillado y escupido. La afrenta continúa, la herida sigue abierta y el pago por el chollo-traspaso sin completarse. En fin.

El hándicap principal que viene lastrando el rendimiento del Levante una temporada más son las lesiones. Algo pasa. Tendrán que hacérselo mirar. O no

Todo son dificultades para el partido del viernes frente al intratable líder Leganés de Miramón y Franquesa. El hándicap principal que viene lastrando el rendimiento del Levante una temporada más son las lesiones. La comparación entre ambos equipos lo dice todo: diez futbolistas han tenido que parar por problemas físicos en el club granota en apenas catorce jornadas, con tres lesionados por jornada. El propio Calleja ha reconocido, con el añadido de los amonestados, tener serios problemas para confeccionar un once. Sin embargo, los pepineros han tenido una sola baja.


¿Es casualidad contar con tantas bajas cuando el curso pasado también se arrastraron numerosas lesiones? Evidentemente no. Hay un patrón. Cuando hablas con algún especialista suele tirar balones fuera sobre las plagas de lesiones, pero sí reconocen que, más allá de la mala fortuna, existen factores que pueden incidir como la preparación física, el terreno de juego, la alimentación o el no descansar bien. Los problemas musculares tienen mucho que ver con el modo de entrenar, la gestión de esfuerzos o la mala recuperación después de una lesión. Algo habrá que hacer al respecto. Tendrán que hacérselo mirar. Como tantas otras cosas. O no.


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