El Levante cierra la primera vuelta a las puertas del ascenso directo tras sufrir de nuevo para marcar gol en el Ciutat
Al Levante UD le cuesta un mundo marcar goles en el Ciutat de Valencia. Un gol en los últimos tres partidos y las mismas jornadas que goles: 11 (4 de ellos ante el Villarreal B). Una diferencia notable respecto al resto de rivales directos: Granada (21), Eibar (14) o Burgos (13). Curiosamente un problema que también sufre el líder de la categoría, Las Palmas, que ha metido los mismos 11 goles, aunque en una jornada menos.
¿Qué pasa con el Ciutat?
El Levante UD ha metido los mismos goles como local que como visitante, algo anómalo para un equipo destinado al ascenso cuyo estadio debería ser un fortín. Sin embargo, el problema no se extiende al resto el juego. De hecho, todos los equipos que han pasado por el Ciutat han sido inferiores al Levante, exceptuando la segunda parte contra Las Palmas.
El problema aparece de tres cuartos de campo en adelante. El Levante domina, juega y se impone, pero llega la frontal del área y se le nubla la vista. Y, al contrario que en el último ascenso, el equipo carece de la figura de un 9 capaz de “inventarse” goles como lo hizo Roger. Solo De Frutos parece tener la chispa necesaria para sorprender a una defensa rival agazapada, que espera en el área propia consciente de la dificultad granota de anotar. De hecho, ningún jugador granota aparece en el top-15 de máximos goleadores. Bouldini lidera una lista muy variada con 4 goles, seguido de un puñado de futbolistas con dos goles: Soldado, Cantero, Brugué, De Frutos, Montiel, Campaña e Iborra.
Calleja tiene pendiente engrasar una maquinaria necesaria para el ascenso. Pero, independientemente de ello, el Levante UD cierra un 2022 al alza. Un año que se abrió sumergidos en el pesimismo tras la derrota 5-0 en Villarreal y que termina con un Levante rocoso e ilusionante, que mira a un punto el ascenso directo a Primera División y que cierra la primera vuelta con una racha de 12 partidos consecutivos sin perder.
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