El aficionado granota está decepcionado y se hace preguntas del por qué el equipo no termina de dar un paso adelante, peca de falta de ambición y sigue dando vueltas a la rueda del hámster.
Pocos granotas confían en estos momentos en alcanzar las dos primeras plazas. Nos hemos desinflado en el peor momento, como un globo que se deshincha, fffiuuuuuu, así hemos ido perdiendo fuelle. Parece que el equipo no da para más, no está entre los dos mejores, y bastante tenemos con asegurar el playoff.
En general, estamos cansados de tratar en cada jornada de ilusionarnos y autoconvencernos de que esta vez sí que vamos a dar un golpe de autoridad… hasta que llega el partido y nos llevamos otra nueva decepción. Aun así, los tropiezos de algún rival directo nos vuelven a dar vida, rehacemos los cálculos del mal estudiante y nos motivamos poco a poco hasta la siguiente jornada en que estamos de nuevo pletóricos (“esta vez sí”) pero… volvemos a fallar.
En ese bucle andamos desde hace seis fines de semana, como el hámster que da vueltas en su rueda, y así hemos alcanzado abril, el mes en el que ya se deciden los descartes para el ascenso, en que necesariamente tenemos que dejar de marear la rueda, para bien o para mal. Pero "esta vez sí" que no hay vuelta de hoja. Una derrota en Eibar el domingo supondría que el líder se nos iría a siete puntos, es decir, más de dos partidos de diferencia a falta de siete jornadas. Un mundo. Y el día 22 frente a Las Palmas.
¿Por qué no podemos llevarnos los tres puntos de Eibar? La plantilla está enrabietada, es capaz de corregir errores y ganar. Tiene calidad de sobra para hacerlo. Esta vez sí... o no.
Muchas son las preguntas que nos hacemos a estas alturas esperando un cambio que no termina de llegar, cuestionándonos las razones de la falta de reacción del equipo. Nos cuesta dormir dándole vueltas.
¿Por qué Campaña decide pararse en seco y no continuar con la marca al jugador del Zaragoza que logra el empate? ¿Por qué? ¿Cuál es la razón por la que la plantilla está a un nivel físico inferior a sus rivales? ¿Por qué el equipo con el marcador a favor peca de conformista y solo juega a que pasen los minutos? ¿Es posible que todavía haya miedo en el subconsciente del jugador por lo ocurrido la temporada pasada con el descenso? ¿Alguien puede entender por qué Vezo fue titular en el último partido si no estaba listo físicamente para hacerlo? ¿son normales tantas lesiones? ¿Calleja es capaz de ofrecer alternativas tácticas más atrevidas para romper la dinámica? ¿Cómo se justifica que haya jugadores que no den la mínima talla para estar en esta plantilla? ¿Que digamos nombres concretos? Vale.
Musonda es lo peor que ha pasado por el Levante, como mínimo, desde que nacimos. Futbolísticamente hablando, me refiero. No es una pregunta. Es una afirmación gruesa que nos sabe hasta mal por el chico quien hace poco accedió amablemente a hacerse una foto con nuestros hijos. Vale. Ampliemos el abanico a un cuarteto de catástrofes más o menos recientes: Musonda, Pedro Botelho, Mauricio Cuero y Nabil Ghilas. Igual tampoco son tan nefastos y es más bien una cuestión de grandes expectativas y por eso el dolor por la decepción es mayor que con otros de similar rendimiento (ínfimo) pero de los que nunca llegamos a esperar nada. Es posible. Pobre Charly.
Pero no desviemos la atención. Vamos a lo importante y centrémonos en el partido de Ipurúa. ¿Por qué no podemos llevarnos los tres puntos? La plantilla está enrabietada, es capaz de corregir errores y ganar. Tiene calidad de sobra para hacerlo. Esta vez sí… o no.
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