El Alba visita el Ciutat como equipo revelación, ocupando puestos de play off, con cinco bajas y con amenaza de invasión manchega en las gradas.
Equipo revelación
El recién ascendido Albacete está firmando un año de asombro, siendo sin duda el equipo revelación de la temporada. Con el segundo presupuesto más bajo de la categoría, "El queso mecánico" está ya sexto y no parece querer abandonar el sueño de llegar a Primera División, algo que cada vez ilusiona más en la capital manchega, que tiene cinco puntos de distancia con respecto al séptimo, el Burgos.
Invasión manchega en el Ciutat
La afición del Albacete está con la moral con las nubes y se va a desplazar en masa al Ciutat de Valencia el domingo. La “marea blanca” ha cerrado ya 14 buses completos, además de toda la gente que, aprovechando el horario, la proximidad y las fallas, se desplazará a Valencia en su vehículo particular. Por ello, se estima que más de 2.000 aficionados albaceteños visiten el Ciutat este domingo. A pesar de la ilusión, el Alba nunca ha ganado en Orriols este siglo, la última vez que lo hizo fue en 1998, por 1-3.
El más goleador, pero con cinco bajas
El gran año del Albacete solo se entiende desde su exitosa faceta ofensiva, en la que han brillado con luz propia. Tanto es así que sus 39 goles hasta ahora les valen para ser los máximos goleadores de Segunda. Higinio Marín y Duba han anotado ocho tantos cada uno, siendo los máximos artilleros del Alba. Higinio, que ya marcó en la ida, no podrá jugar por sanción. Tampoco Bernabé, el guardameta titular. También son baja los lesionados Álvaro Rodríguez y Djetei, y es duda el lateral derecho Carlos Isaac, una de las sensaciones de la temporada, que se tuvo que retirar lesionado ante el Sporting.
Albés, el entrenador más joven
Rubén Albés: 38 años, el entrenador más joven de la categoría. Vigués, viene de entrenar al Lugo, a quien salvo in extremis en la temporada 2020-21. El año pasado también lo salvó y el Albacete confío en él. Antes, pasó por la liga rumana. Se quiso dedicar a entrenar desde joven, pero no lo ha tenido fácil. Emigró a Marruecos de donde se tuvo que marchar por impagos de su club. A partir de ahí su carrera como entrenador se tambaleaba, no le llegaron ofertas y tuvo que trabajar como comercial. Se reenganchó en la Liga de Rumanía para probar suerte hasta que regresó a España hace dos años para salvar al Lugo. En el Carlos Belmonte ha caído de pie y su equipo es de los conjuntos que mejor fútbol viene practicando de la categoría.
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